jueves, 1 de mayo de 2008

Las Fiestas del Barrio

Anoche comenzaron las fiestas de la Cruz, mi barrio de toda la vida, y desde aqui me gustaría invitar a todos/as a que os paseis a dar una vueltecita, seguro que pasareis un buen rato.

Nunca podré olvidar todas las anecdotas que durante estas fiestas viví durante mi infancia. Las carreras de cintas en bicicleta, donde nos ganabamos algunas pesetas para montarnos en los "cacharritos", siempre que el gancho que usaras fuera reglamentario y no engancharas la cinta con la mano. También solía participar en la rotura de pucheros, en la que si solía ser más habilidoso que en las cintas, aunque aqui siempre acababa pringado de agua y harina que era lo que solian tener los pucheros, además de 20 o 40 duros. Luego estaban otros juegos inalcanzables como la cucaña y la suelta de marranillas, donde destacaban por su habilidad los hermanos Murillo y algún que otro socio feriante, todo un despliegue de talento a la hora de alcanzar su objetivo, el jamón. Pero yo, donde de verdad era un autentico crack era en las carreras de saco, aqui siempre participaba con un saco particular que me preparaba mi abuelo, todo limpio y con unas cuerdas en el extremo superior que me servian de agarre. Recuerdo un año que gane a Santi "el colorao" (d.e.p.) lanzandome en plancha justo antes de entrar en meta logrando así la victoria y un doblete ese año ya que también gane la carrera de SanBartolo, el último año que mis abuelos vivieron en la calle Concepción.

Pero lo que más llenaba de orgullo a un niño del barrio era ganar el certemen de cruces y eso también lo logré, un año que el escenario se montón justo en la esquina de la calle Miraflores con Romualdo Mateo Horrillo, justo al lado de "Carnicería Nati". El equipo ganador los formabamos, mi vecino Juenete, los 3 hermanos Pino, mi hermano y yo. La estructura de la cruz la hizo el padre de los Pino, Antonio el carpintero y nosotros nos encargamos de decorarla con flores, que por cierto, solian ser de nuestro colegio, siempre que le cogieramos las vueltas a Manolo el conserje. Después paseabamos por las calles de nuestro Barrio pidiendo una perrita para la Santa Cruz y cantando "que viva, que viva la cruz sacrusanta..." Tengo que reconocer que fúe el último año que participé ya que no me gustaba llevar una cruz que no hubieramos construido nosotros, pero fué una oferta que no pude rechazar ya que se me pasaba el arroz y nunca habiá logrado ganar el certamnen. Ese año ganamos y a partir de ahí llegó un largo periodo dominado por JuanLuis "el orejón" y su hermano.

Que viva la Cruz del Rio!!!

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